Aunque la calor se ha resistido un poco y parece que aún estamos en pleno verano, el fin de las vacaciones es una realidad para la mayoría. Después de un merecido descanso, horas de playa, piscina, y actividades al aire libre, toca mimarse un poco.
El moreno empieza a desaparecer progresivamente, la piel se ha engrosado para poder protegerse y presenta un aspecto un poco más apagada, deshidratada y en algunos casos la aparición de nuevas manchas.
Para recuperar la piel, lo más recomendable es realizar una limpieza de cutis para regenerar las células y completar con tratamientos específicos que aportan un plus de hidratación y vitaminas.
Los tratamientos específicos antimanchas serán muy útiles para unificar el tono de la piel y eliminar las nuevas manchas consecuentes del sol del verano.
En lo que al cuerpo se refiere, realizar un peeling corporal te ayudará eliminar la células muertas para conseguir una piel regenerada que absorberá mejor las cremas y como resultado una piel más suave y perfectamente hidratada.